jueves, 21 de enero de 2016


 LA CRISTOESTIMA COMO PSICOLOGÍA BÍBLICA DE SANACIÓN
 
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Para los tratamientos frecuentes en estos últimos tiempos de baja autoestima, decaimiento emocional, pereza, desgano, baja laboral proyección suicida, etc la persona con estas manifestaciones claras acude casi siempre a un tratamiento de uso normal de la psicología secular, a cargo de un especialista o si se es cristiano católico busca un especialista que lo sea también para un mejor tratamiento de psicoterapia. Sin embargo, no siempre es así, porque a veces ese psicólogo o especialista psicoterapista cristiano o católico, usa la misma psicología secular y por tanto comete el mismo error de hurgar dentro de la mente del paciente para devolverle la salud mental, recetando pastillitas desde la perspectiva del entendimiento exclusivo de la naturaleza humana, omitiendo la naturaleza divina en el tratamiento, fracasando igualmente porque este modus operandi de su terapia resulta ineficaz. 
 
En la psicología bíblica o espiritual se hace comprender o entender al paciente el conocerse a sí mismo en su naturaleza humana y divina, a través del guiador y conductor de la terapia, El Espíritu Santo, quien trabaja en nuestro interior, revelando nuestro verdadero yo con Cristo quien controla nuestra vida, nuestra mente, nuestros corazones, nuestra psiquis, nuestro espíritu. Jesús en su pasión y muerte nos enseñó a no dejarnos vencer por el desaliento(CF Hb 12,3), y a no vivir bajo el dominio de los apetitos desordenados, las obsesiones emocionales , no estar caminando muerto en vida con malas intenciones y conductas torcidas, que generalmente son las causas o las raíces de las depresiones con efectos dañinos en la persona.

Todos tenemos la necesidad de ser amados y comprendidos como nos dice Juan (1ra Juan,4, 7 y sgts) y el amor viene de Dios, porque El es el amor y nos ha dado inteligencia racional, emocional y espiritual para que no temamos nada, porque Él nos satisface con todo lo mejor y nos rejuvenece como un águila (Cf, Salmo,103,5) para obrar en el bien. Así un nuevo resplandor comienza con un cambio de vida, se cambia la forma de pensar para cambiar la forma de vivir. Ya no se vive con los propios criterios, apetitos desordenados, sino se ordena la vida y las conductas a la voluntad de quien nos ama y nos llena todo vacío del alma, Jesucristo.

La técnica del tratamiento varía según la evaluación de percepción integral, estrategia de aplicación para que conozca el paciente sea creyente o no creyente cómo es que ha llegado a su situación?, como aumentará sus potencialidades con la fuerza de su sanador y salvador Jesucristo ?. Por eso es una terapia de aumento de seguridad, erradicación del temor y de manejo de lenguaje práctico espiritual  de Cristoestima y no de autoestima, porque auto es propio de uno mismo y es la que concierne al tratamiento de la psicología secular limitado, en un conocimiento interpretativo del psicólogo, y no en el conocimiento del Terapeuta Supremo y Divino, El Espíritu Santo.

En esta forma no pierda su tiempo y su dinero con la psicología secular porque sólo encontrará alivio parcial y temporal, pero no sanará ni sabrá enfrentar los sufrimientos ni encontrar la paz en su vida cotidiana aunque pase tormentas, huracanes o tifones.


 
Publicado en Facebook Pepe Galep 01.12.2015