PREPARANDO EL CORAZÓN PARA EL NACIMIENTO DE JESÚS
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El buen
cristiano espera la llegada del Salvador en la misma forma que Juan
Bautista preparó los caminos del Señor predicando en el desierto.
Conviértanse, porque está llegando el Reino de los cielos (Mateo 3,3)
Espiritualmente significa que cada uno de nosotros tenemos que preparar nuestros corazones para recibir a quien nos trae el reino de la Fe, la confianza, la alegría espiritual, la esperanza, la paz, el amor. Jesús viene con todas esas bendiciones a nuestras vidas, por eso tenemos que preparar el ser interior, el camino espiritual, nuestro corazón. Para ello tenemos que entrar en el desierto de la reflexión y meditación, para el arrepentimiento y cambio de dirección de nuestras vidas que mediante ciertas malas costumbres, o malos hábitos, formas de pensar o de ser, han equivocado nuestros caminos.
Cuando Juan
Bautista predicaba en el desierto lo hacía para que la gente salga de
las ciudades, del bullicio y de las contaminaciones existentes de
seguimientos de corrientes de conductas erradas. Pero salirse de ese
mundo para entrar en el de la reflexión equivale hoy para nosotros,
apartarnos también de la mundanidad y sus ruidos para adentrarnos en
nuestro interior y examinar nuestras conductas. El no hacerlo y el
seguir viviendo como de costumbre es simplemente perderse todos los
bienes, tesoros y gracias celestiales que Dios trae a nuestra vida con
la presencia de Jesús en nuestros corazones.
El ayudador Divino, el Espíritu Santo nos aparta del ruido mundano para que en nuestro interior sintamos esa voz que nos grita en el desierto de nuestras vidas, ¿cómo andamos? desviados del camino, creidos, presumidos, arrogantes, seguros de ir al cielo, o sintiéndonos por otro lado, empequeñecidos como víctimas, por considerar que nuestros sufrimientos son más grandes que el de los otros."Todo valle sea elevado, y bajado todo monte y collado; vuélvase llano el terreno escabroso, y lo abrupto, ancho valle. Entonces se manifestará la Gloria del Señor.."(Isaías 40,4)… El Señor nos dice que andemos equilibrados, si te consideras muy importante, o muy eficiente, bájate al llano; y si te consideras menos que otros sube a la montaña a la Cristoestima para equlibrar la vida en camino de sensatez, valores morales éticos y espirituales que por la Palabra de Dios y por su Gracia sobrenatural es que logramos cambiar la dirección de nuestras vidas; mirar hacia adelante, vivir el presente y no quedarnos en el pasado. Somos como Dios nos ve y no lo que creemos ser.
Que en estos tiempos de adviento sean tiempos de reflexión para el arrepentimiento, y cambio de nuestras conductas, formas de pensar y formas de vivir.
Póstrate ante el niño de Belén y contempla a Dios con amor y alegría como lo contempló José y María.
Publicado en Facebook de Pepe Galep el 20.12.2015
El ayudador Divino, el Espíritu Santo nos aparta del ruido mundano para que en nuestro interior sintamos esa voz que nos grita en el desierto de nuestras vidas, ¿cómo andamos? desviados del camino, creidos, presumidos, arrogantes, seguros de ir al cielo, o sintiéndonos por otro lado, empequeñecidos como víctimas, por considerar que nuestros sufrimientos son más grandes que el de los otros."Todo valle sea elevado, y bajado todo monte y collado; vuélvase llano el terreno escabroso, y lo abrupto, ancho valle. Entonces se manifestará la Gloria del Señor.."(Isaías 40,4)… El Señor nos dice que andemos equilibrados, si te consideras muy importante, o muy eficiente, bájate al llano; y si te consideras menos que otros sube a la montaña a la Cristoestima para equlibrar la vida en camino de sensatez, valores morales éticos y espirituales que por la Palabra de Dios y por su Gracia sobrenatural es que logramos cambiar la dirección de nuestras vidas; mirar hacia adelante, vivir el presente y no quedarnos en el pasado. Somos como Dios nos ve y no lo que creemos ser.
Que en estos tiempos de adviento sean tiempos de reflexión para el arrepentimiento, y cambio de nuestras conductas, formas de pensar y formas de vivir.
Póstrate ante el niño de Belén y contempla a Dios con amor y alegría como lo contempló José y María.
Publicado en Facebook de Pepe Galep el 20.12.2015