lunes, 14 de diciembre de 2015


SAN JUAN DE LA CRUZ: FIESTA 14 DE DICIEMBRE


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Nació en Fontiveros (España) en 1542. Tras la muerte de su padre, quedó en pobreza junto con su madre y sus hermanos. Asistió a una escuela de niños pobres y empezó a aprender el oficio de tejedor, pero como no tenía aptitudes, entró a trabajar como criado del director de un hospital. Años después continuó sus estudios en un colegio de jesuitas, y desde joven practicaba rudas mortificaciones corporales.

 A los veintiún años, tomó el hábito en el convento de los carmelitas. Su nombre de religión era Juan de San Matías, quería ser hermano lego, pero sus superiores no se lo permitieron. Fue ordenado sacerdote y las gracias que recibió con el sacerdocio le encendieron deseos de mayor retiro y de ingresar en un monasterio cartujo.


Poco después, se fundó el primer convento de carmelitas descalzos, San Juan entró en aquel convento con perfecto espíritu de sacrificio. Se le unieron otros dos frailes, los tres renovaron la profesión el domingo de Adviento y tomó el nombre de Juan de la Cruz.


Con su ejemplo, supo inspirar a los religiosos el espíritu de soledad, humildad y mortificación. Pero Dios, que quería purificar su corazón de toda debilidad y apego humanos, le sometió a las más severas pruebas interiores y exteriores. Después de haber gozado de las delicias de la contemplación, San Juan se vio privado de toda devoción. A este período de sequedad espiritual se añadieron la turbación, la repugnancia por los ejercicios espirituales, los escrúpulos y la desolación interior la cual él mismo la describe en "La Noche Oscura del Alma". El demonio le atacaba con violentas tentaciones y los hombres le perseguían con calumnias.

Se sentía abandonado por Dios, pero la inundación de luz y amor divino que le vino luego de ese tiempo de prueba, fue el premio de la paciencia con que había soportado dichos sufrimientos.
Tiempo después el provincial de Castilla le ordenó dejar a los carmelitas descalzos, pero él se negó y por ello lo encerraron en una celda muy pequeña, le golpearon brutalmente y le prohibieron celebrar misa.

En la noche del día de la Asunción, la Santísima Virgen se apareció para darle ánimo. Días después le mostró en visión cómo podría escapar y así lo hizo.

Solía pedir a Dios tres cosas: que no dejase pasar un solo día de su vida sin enviarle sufrimientos, que no le dejase morir en el cargo de superior y que le permitiese morir en la humillación y el desprecio.
Su amor a Dios hacía que su rostro brillase al volver de celebrar la misa. Dormía dos o tres horas y pasaba el resto de la noche orando ante el Santísimo Sacramento.

 Fundó varios conventos. Pasó diversos problemas ya que tenía muchos enemigos entre los cuales varios eran sacerdotes que le tenían envidia. 

Cayó enfermo y tuvo que pasar por varias operaciones, el Padre Superior le prohibió recibir visitas y que los enfermeros lo tratasen con cariño. Así murió en 1591, aceptando todos los sufrimientos por amor a Dios.

Su doctrina se resume en el amor del sufrimiento y el completo abandono del alma en Dios. Ello le hizo muy duro consigo mismo; en cambio, con los otros era bueno, amable y condescendiente.

Publicado en Facebook Pepe Galep el 14.12.2015