domingo, 30 de agosto de 2015

30 DE AGOSTO: FIESTA DE SANTA ROSA DE LIMA
Primera Santa americana canonizada.
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Nació en 1586 en Lima, Perú. Fue bautizada con el nombre de Isabel; sin embargo desde bebé la llamaron Rosa debido a su belleza y además porque su madre en una ocasión vio que el rostro de su hija se transformó en una rosa.
Recibió el Sacramento de la Confirmación de manos del entonces Arzobispo de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo.
Tomó a Santa Catalina de Siena como modelo de vida a pesar de la oposición y burlas de sus padres y amigos. Realizaba diversas clases de penitencia como en una ocasión su madre le coronó con una guirnalda de flores para lucirla por su belleza ante algunas visitas y ella se clavó una de las horquillas de la guirnalda en la cabeza, con la intención de hacer penitencia por aquella vanidad. Además, solía restregarse la piel con pimienta para desfigurarse y no ser ocasión de tentaciones para nadie. Así también se talló las manos con barro, para evitar cumplidos.
Así pues, se dedicó a atacar el amor propio mediante la humildad, la obediencia y la abnegación de la voluntad propia.
Muchas veces era capaz de oponerse a sus padres por una causa justa; sin embargo, jamás los desobedeció ni se apartó de la obediencia y paciencia en las dificultades y contradicciones. Tuvo que sufrir enormemente por parte de quienes no la comprendían.
Durante diez años, su padre trató de casarla; sin embargo, ella no lo deseaba y al final hizo voto de virginidad para confirmar su resolución de vivir consagrada al Señor.
Al cabo de esos años, ingresó en la tercera orden de Santo Domingo y decidió vivir en una Ermita que ella construyó en el huerto de su casa. En aquel lugar solía atender a enfermos y necesitados.
Dios concedió a su sierva gracias extraordinarias, pero también permitió que sufriese. Incluso, el demonio la molestaba con violentas tentaciones.
A pesar de todo ello, su amor por Dios era tan ardiente que, cuando hablaba de Él, cambiaba el tono de su voz y su rostro se encendía como un reflejo del sentimiento que embargaba su alma. Ese fenómeno se manifestaba, sobre todo, cuando la santa se hallaba en presencia del Santísimo Sacramento o cuando en la comunión unía su corazón a la Fuente del Amor.
A los 31 años cae muy enferma y muere el 24 de agosto, Fiesta de San Bartolomé.