MIRA LA CRUZ PARA TU SANACIÓN Y
SALVACIÓN
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Tan igual cuando Jesús discutía con los fariseos y escribas, decía
"Hipócritas! Bien profetizó Isaías de vosotros cuando dijo:``ESTE PUEBLO
CON LOS LABIOS ME HONRA, PERO SU CORAZON ESTA MUY LEJOS DE MI.``MAS EN VANO ME
RINDEN CULTO, ENSEÑANDO COMO DOCTRINAS PRECEPTOS DE HOMBRES". (Mateo 15,8)Igual, como antes con Moisés, para ser sanados los envenenados, al mirar la serpiente de bronce colocada en lo alto de un estandarte, Jesús hoy al decir: "Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por él vida eterna. "(Juan 3,14-15) nos pide hacer lo mismo, pero alzar la mirada hacia la cruz no con los ojos sino con la mirada del corazón. Así lo honramos, lo glorificamos, nos sanamos y nos salvamos porque alcanzamos la vida eterna.
Alzar la mirada con el corazón hacia la Cruz, significa desde nuestro interior relacionarnos íntimamente con El para sentir su ternura, su amor, sus consuelos, para enlazarnos con los sentimientos de Cristo ( Cf Flp 2,5) ; para ver una realidad espiritual diferente que va formando y transformando nuestra vida, de pecadores envenenados con el pecado, apegados a vicios, malos hábitos, a sanados, justificados, purificados, a cultivados en la fe, la esperanza y la caridad.
La Cruz representa la victoria de la omnipotencia Trinitaria en un madero maldito, que nos identifica con los sentimientos dolorosos de su pasión como camino de victoria; la Cruz representa el influjo del amor celestial en Padre, Dios Hijo, el poder Trinitario, porque por Jesús nos ponemos bajo el amparo, el sostén y las manos del Padre, y por el Espíritu Santo caminamos correctamente los caminos de la Cruz y la victoria de la luz sobre las tinieblas. La Cruz es la impresión o grabación mística en el corazón, que apenas se puede textualizar y contextualizar en un intelecto limitado como el que tenemos los seres humanos. Resulta indescriptible como muchos santos han podido darnos con sus testimonios de ejemplo.
La Cruz es la dinámica del amor y de la maduración de los sentimientos, emociones y pasiones humanas, que sólo cambian con la mirada del corazón en sentimientos, emociones y pasiones celestiales cuya elevación de lo natural a lo sobrenatural se nos concede por Gracia de Dios. El alma se sana y se llena de amor cuando se mira la Cruz con la mirada del corazón." Mi amado es para mí una bolsita de mirra cuando descansa entre mis pechos; mi amado es para mí un manojito de nardos de los jardines de Engadí" (Cf primer canto Cantar de los Cantares). Levántate, amada mía, preciosa mía, y ven...(2 do canto)...El amado nos llama desde la Cruz sanadora, redentora y salvadora para tenernos en la vida eterna. Tanto nos amó que se dejó crucificar por el amor a nosotros.
La Cruz es el paso y camino de las huellas dejadas por Jesús y que nos pide seguir sin quejas ante las pruebas, circunstancias e imprevistos que la vida nos ofrece. Honramos al Hijo y honramos al Padre (Cf Juan 5:23) al no rehuir, ni acobardarnos de los sufrimientos que el mundo nos ofrece, la sociedad y hasta la familia cuando actúan contracorriente a los tesoros y bienes celestiales. Nuestra humanidad es débil, temerosa, acobardada muchas veces, pero Aquel que ha vencido a la muerte, al mundo y al demonio nos llevará a la victoria finalmente por el poder de su Espíritu.
Que el Espíritu Santo derrame sus bendiciones para fortalecernos más, para amar la Cruz y no temer el llevarla a cuestas en el camino que nos lleva hasta el Altar de su Gloria. Amén.
Publicado en Facebook de Pepe Galep el 14.09.15